Detectando al ego
¿Cómo sabes que has
detectado al ego?
Cuando somos bebes y luego
niños, son la etapas de nuestra vida en que sin darnos cuenta absorbemos lo que
sucede a nuestro alrededor, esto lo explico mejor en la parábola del terreno para la casa (clic en la frase). Entonces llega el momento donde aprendemos
cosas que se vuelven verdades absolutas para nosotros, lo que comienza a sesgar
nuestro entendimiento de la vida, es por eso que cada familia tiene
comportamientos y tendencias a ciertas cosas, por esa herencia familiar. Cuando
en la escuela algún maestro te dice algo o te enseña algo que te marca de por
vida y que en ese momento no eres capaz de discernir para tomarlo o dejarlo,
también se convierte en paradigma. El punto es, que todas aquellas posturas y
pensamientos que defendemos a capa y espada y que no permitimos que alguien
hable u opine diferente, son las que nos hacen daño.
Aquí puedes descargar la reflexión
Estas
son las cosas que hay que cambiar en nosotros, por ejemplo, si te dijera
que así como eres el día de hoy, ya eres lo suficientemente valioso para ser
amado como siempre lo has soñado e incluso, te amarán más que eso, si te dijera
que puedes ser feliz sin necesitar de nada ni de nadie, solo de ti. Cada quien
tiene sus propios paradigmas e ideas que no aceptarían cambiar, de un momento a
otro.
Cuando
te planteas las preguntas de, ¿por qué mi vida es una tragedia tras otra?, ¿por
qué siempre tengo el mismo tipo de relación?, o ¿el mismo tipo de jefe? o ¿por qué
te disgusta tanto tu cuerpo?, cuando comienzas a ser consciente de que tipo de
cosas pasan en tu vida, aún sin saber porque, es donde aparecen este tipo de
preguntas.
Cuando
comienzas a cuestionar, esos cuestionamientos son los que te llevan a pensar o
a plantearte preguntas con la siguiente frase ¿y si esto que pienso que es así
fuera diferente?, en ese momento sentirás algo en tu cuerpo o en tu humor, que
será la señal de que estas tocando algo arraigado en ti, consecuentemente te vas
a negar siquiera a pensar que podrías estar equivocado o que puede ser
diferente y algo dentro de ti va a querer convencerte que tú estás bien y la
otra idea es equivocada, Eso se llama ego, lo has descubierto, has podido
revelar su rostro, identificarlo y aislarlo de ti, es en este momento donde
aparece la lucha por ver quién gana, si el ego o tú.
Esta
lucha puede ser de diferentes formas, cada quien la vive de forma diferente,
hay quienes se ponen agresivos con oros, hay quienes pareciera que se saldrán
de quicio, pero es la rabieta de aquel inquilino dentro de ti que creía jamás
ser descubierto y ahora lo has visto. No solo será una batalla sino varias,
pero cada que ganes una o pierdas una, aprenderás como funciona, como piensa,
como se defiende, como se escuda y como se esconde detrás de ti, haciéndote
creer que eres tu quien vive, cuando es el ego quien te dice que hacer.
Entonces,
cuando por fin logras ganar esa batalla, y si, la batalla no la guerra, sería
como tomar una ciudad de un país, para entonces ya sabes cómo atacarlo, como
defenderte, como vencerlo, para que paulatinamente logres arrojarlo por
completo de tu ser. Por esa razón, una vez que ganas una batalla, nada podrá
detenerte.
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