Haciendo las cosas con la intención de ayudar

   Cuando ayudamos a alguien, si es un desconocido, lo hacemos con bondad y con la intención desinteresada de ayudar, pues consideramos que nunca más le veremos en nuestra vida.

   Esto es diferente cuando conocemos a la persona y cuando esta persona también nos ha hecho favores, es como si tuviéramos un sentido de responsabilidad por ayudarle para regresar el favor que nos han hecho o que si nos piden uno, no podemos negarnos.

   Todo esto está mal enfocado, porque si no te es posible hacer ese favor en ese momento, no deberías de sentir la responsabilidad de aceptar por compromiso, por más buena que sea esta persona si no te es posible ayudarle en ese momento o en la forma que lo requiere, la respuesta sabia y sana en negarse y no arrepentirse de ello o sentir culpa, porque ante todo hay que ser sincero, primero con nosotros mismo, para después poder serlo con los demás. Un hecho o un evento del pasado no te condiciona a nada, así como la otra persona ha de entender que si no puedes, es porque no te es posible, así ambos sabrán si su ayuda a sido condicionada o desinteresada.

   Para terminar, cuando hagas un favor o decidas dar algo o ayudar a alguien, hazlo sin pensar en que esa persona ya te ha dado, por eso ahora le das, como para pagar tu deuda o quedar a mano, lo que estás haciendo es cerrándote a la abundancia, porque le dices al universo, con esto es suficiente y no permites que lleguen más cosas a ti. No te prives a ti mismo del inmenso placer que es dar algo a alguien sin pensar, en que ya te dio o que te va a dar, da como si nunca te hubieran dado nada.

Te recomiendo leer cuando buscas el éxito desde el ego

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