Nuestras batallas y las de Dios
Hay batallas que son nuestras, que dependen de nosotros y que son por nosotros para nosotros, para aprender fortalecernos, crecer, prosperar, cambiar, amar, etc. Estas batallas son las que enfrentamos con nosotros mismo, porque el enemigo y lo que genera lo que pasa en nuestras vidas esta dentro de nosotros no en los demás.
Pero hay otro tipo de batallas que, aunque estemos involucrados directamente y que al tenerla también vamos a obtener un aprendizaje de ello, son batallas o enseñanzas que vinimos a dar a otros, o que Dios da a otros a través de nosotros. Son este tipo de batallas por las que no debes sufrir de más porque es Dios quien esta detrás de todo esto.
¿Cómo se dan estas batallas?, primeramente hay que entender que todos somos maestros de todos, todos venimos a enseñar y a aprender de los demás, habrá quien enseñe poco y quien enseñe mucho, pero no habrá nadie que no pueda enseñar algo, pueden hacerlo desde su postura positiva o negativa, donde, al verte en la situación o postura de la otra persona, entiendes como llego a ese punto y decides no tomar ese camino para no terminar como esa persona, o la tomas como ejemplo para llegar a donde tu quieres llegar.
Las batallas que son las de Dios librando a través de ti, son para enseñarles a otros algo, cuando los otros están segados por el ego, la ira, la infelicidad o sus paradigmas, estos otros pueden ser, compañeros de trabajo, familiares, hermanos, padres, pareja, amigos, cualquier persona, donde entras en conflicto con alguien porque su postura es firme e irrefutable, pero eso no está bien, no le permite a esa persona vivir plenamente, también son conflictos que tu no generas con ese propósito, lo único que tu haces es, seguir a tu corazón y tomar las decisiones que quieres tomar por ti y para ti, al tomar estás decisiones se llegan a ver afectados los intereses de otras personas sobre ti, es donde aparece el conflicto, pero debes saber que es Dios quien te puso en ese lugar para enseñarles a ellos que están equivocados, por lo que Dios no te abandonará, pondrá en tu camino todo lo que necesites para crecer, ser prospero, salir abante de esta situación, porque estas sirviendo a un propósito mas haya de ti mismo.
Si la decisión que estas tomando es por amor propio, no tienes nada que temer. Por esa razón no te sientas mal, ni sientas miedo de lo que puede pasar, Dios está contigo y te protegerá.
Comentarios
Publicar un comentario